La Fórmula para una Buena Afirmación Positiva
INTRO
Las afirmaciones son un recurso muy utilizado en el desarrollo personal y también en prácticas espirituales. ¿Pero de verdad funcionan?
Te explico cómo las afirmaciones positivas pueden ayudarte a reestructurar no solo tu mente, sino también tu realidad, y cómo hacer que funcionen siguiendo una fórmula con una base científica y energética.
¿Qué son las afirmaciones positivas?
Una afirmación, en general, es expresar algo como si fuera una verdad aunque no lo sea, pero que para ti es real. Entonces, la idea de hacer afirmaciones positivas, es la de repetir una frase corta que refleje algo bueno en ti o para ti, con el objetivo de fortalecer esa creencia hasta que se convierta en realidad.
¿Para qué sirven las afirmaciones positivas?
Hacer afirmaciones positivas te ayuda a:
Reemplazar pensamientos negativos o limitantes.
Fortalecer una creencia deseada.
Fijar un enfoque mental y emocional más saludable.
Por ejemplo, si haces repeticiones de la frase:
“La vida me apoya en todas las maneras posibles” - Louise Hay
Estás haciendo una reprogramación de un diálogo interno que reemplaza el pensamiento negativo y la creencia limitante de:
“Todo se me complica, como si la vida estuviera en mi contra.”
¿Por qué funcionan las afirmaciones positivas?
Aunque aquí en EmotionsMind me enfoco en temas de energía aplicada a la vida diaria, me gusta conocer cuando hay un respaldo científico a lo que hacemos; así que veamos cómo desde el enfoque de la neuroplasticidad y la psicología, funcionan las afirmaciones positivas.
Entendiendo que, la neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro para reorganizar físicamente las neuronas y sus conexiones, cuanto más repites una afirmación, más fortaleces ese cambio interno, lo que te va a ayudar a crear y fijar una nueva forma de pensar.
Es como si dejas de seguir el camino marcado del bosque para ir por otro lado completamente nuevo, cuanto más recorres el nuevo camino, más claro y fácil se vuelve de caminar; y el camino viejo se pierde por falta de uso.
Y desde la psicología, las afirmaciones funcionan como instrucciones que activan nuevos circuitos mentales, que es lo que te permite pensar, sentir y actuar de una manera más alineada a lo que quieres manifestar en tu vida.
Entonces cuando empiezas a practicar haciendo afirmaciones positivas, estas combinando el poder de la psicología con la de la neuroplasticidad a través de:
Repetición constante: creando nuevas rutas neuronales.
Reemplazo de idea: contrarrestando patrones de pensamiento negativos automáticos.
Autoinstrucción: reforzando un comportamiento alineado con lo afirmado.
7 motivos para que las afirmaciones positivas no funcionen.
La afirmación no va acompañada de acción.
Se espera atraer un cambio “mágicamente”.
Se usan frases que la mente percibe como inalcanzables, generando resistencia.
La frase no está bien formulada (te muestro cómo hacerlo más abajo).
Se trabaja con muchas afirmaciones a la vez.
Se esperan resultados inmediatos.
No se repite lo suficiente ni en momentos adecuados.
¿Cómo hacer que una afirmación positiva funcione?
Frase Creíble + Sentimiento Auténtico + (Repetición Diaria x 21 días) + Acción Coherente = Afirmación Positiva
Se me ocurrió hacer una fórmula para visualmente entender la estructura de una afirmación positiva que funciona:
Parece complicado, pero no, veamos lo que cada paso significa.
Una frase creíble y alcanzable activa la mente racional.
Usa frases creíbles para ti para que la mente racional no las rechace; por ejemplo, usar “me abro a la abundancia económica” en lugar de “soy abundante económicamente”.
Evitar empezar la frase con “no” y/o incluir palabras como "nunca", "siempre", "debo", entre otras; porque tu subconsciente procesa el lenguaje emocional negativo detrás de la palabra generando rechazo; por ejemplo, en la frase "ya nunca me voy a dejar engañar", el “nunca” no da opciones en un mundo de posibilidades, expresa firmeza absoluta y/o bloqueo emocional.
Formular la frase en tiempo presente; si lo haces a futuro, tu mente no lo va a integrar porque es algo lejano, y la mente tiene mayor poder de enfoque en el presente.
Utilizar un máximo de 15 palabras para que sea fácil de recordar.
Con sentimiento se activa la mente emocional.
El cerebro va a creer cierto lo que imaginas con intensidad emocional, igual a que si lo que experimentas en la realidad; por eso, cuando afirmas con sentimiento, tu mente lo registra como una posibilidad real.
La otra razón para ponerle sentimiento a la afirmación, es porque cuando algo nos importa emocionalmente, el cerebro lo considera importante para impulsar la acción.
El sentimiento refuerza la afirmación en tu cuerpo energético, porque ya no es solo una frase que quieres creer, se convierte en una expresión encarnada que aprovecha el estado emocional como tu nueva base vibratoria.
La repetición reprograma la mente subconsciente.
Si con cada repetición de tu afirmación positiva le pones sentimiento, vas a liberar dopamina (motivación y placer) y serotonina (felicidad y calma) que ayudan a reforzar el poder de la afirmación.
No se trata de repetirlo en automático tres veces seguidas. La repetición debe servir como un recordatorio diario, no como un conjuro mágico.
Entre más repites a lo largo del tiempo, vas a crear conexiones a nivel neuronal para que tus emociones y mente comiencen a registrar un cambio en tu pensar y sentir.
Procura hacer las repeticiones en momentos de calma o cuando estés sintiendo una emoción positiva para que el anclaje sea más fuerte.
En 21 días se completa un ciclo de renovación.
Sé constante por 21 días repitiendo tu afirmación positiva; este es el tiempo mínimo para cambiar el pensamiento negativo o limitante.
Si logras los 21 días y quieres fortalecer el enfoque mental y emocional de tu afirmación, continua hasta cumplir los 60 días de repetición diaria; según un estudio de Phillipa Lally, este es el tiempo promedio donde se empieza a crear o eliminar un hábito.
Para crear un cambio de manera permanente, lo recomendable será hacer la afirmación positiva por el tiempo que tú sientas necesario; recuerda que para que se dé cualquier cambio, tienes que tomar en cuenta la complejidad del hábito que quieres implementar, la motivación y tu entorno.
Con acción se alinea el cuerpo con la realidad exterior.
Respaldada con acciones tu afirmación positiva para confirmar cierto el nuevo pensamiento (esto fija la nueva red neuronal).
Al tomar acción, el cuerpo (como representación física de la voluntad o intención) se sincroniza con el cuerpo mental para materializar tu nueva realidad.
La afirmación sin acción se queda en el aire. La acción es el medio por el cual las ideas, emociones o intenciones internas se manifiestan en el entorno físico.
Conclusión
Las afirmaciones son una forma práctica y sencilla de entrenar a tu mente y a tu subconsciente a crear una vida más alineada con lo que deseas. No son una solución mágica, pero sí pueden ser una herramienta poderosa cuando las aplicas con intención, constancia y acción.
Como todo ejercicio de transformación personal, los resultados dependen del compromiso que pongas en el proceso. Si esta herramienta resonó contigo, date el permiso de explorar con paciencia y apertura.
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