Porqué tus Emociones son más Importantes de lo que Crees
Contrario a lo que muchos creen, todos tenemos la misma cantidad y el mismo tipo de emociones, solo que no utilizamos todas las emociones siempre o usamos unas más que otras.
Las emociones son como botones invisibles dentro de nuestro cuerpo, que se ‘activan’ cuando nos encontramos frente a una idea que creemos cierta o que nos importa.
La intención de conocer nuestras emociones es porque son como un GPS en nuestra vida, nos indican dónde estamos situados y para donde vamos si no hacemos cambios; por ejemplo, si siempre estamos sintiendo emociones “negativas” nos va a llevar a sufrir un desgaste energético, pero si la mayoría de las veces mantenemos emociones “positivas”, vamos a tener sensación de paz y armonía en nuestra vida.
Las emociones negativas no son malas, todo en la vida tiene una función y aquí no es la excepción; las emociones negativas están diseñadas como una herramienta de corto plazo para alertarte a tomar acción sobre algo que necesita un cambio en tu vida. Esta acción tiene que salir de uno, no de los que están a nuestro alrededor 😉 .
- Bueno y ¿qué pasa cuando las emociones negativas no son de corto plazo y más bien se vuelven la constante en nuestro día a día?
Lo que pasa es que las emociones son una forma de energía (todo en realidad es energía, sino pregúntale a Einstein 😜 ), y cada emoción tiene su propia vibración energética; por ejemplo, al estar molesto (enojo) o preocupado (miedo) por mucho tiempo, tu energía en general baja a la misma frecuencia de la emoción persistente; así, no solo estás atrayendo cosas que se encuentren en esa baja frecuencia sino que también entre más baja la frecuencia energética, más probable es la manifestación de problemas en tu cuerpo.
Las emociones no se pueden controlar, pero si son manejables a un nivel consciente; el reto es enfocarte en cómo te sientes, (porque toda emoción se manifiesta en el cuerpo), luego revisa que creencia (pensamiento) lo provoca, si la creencia no te ayuda, reta esa creencia cambiándola por una que sí.
Recuerda... no hay emoción mala sino mensaje; escucha, reajusta y libera.